Sin olvidar elementos clave como la abuela, el leñador o el abrigo rojo, Catherine Hardwicke elevó el lobo a la categoría de licántropo y convirtió su amenaza en un asunto de vida o muerte para una pequeña aldea situada en medio de un siniestro bosque.
La directora Catherine Hardwicke retomó los ingredientes de su filme "Twilight" para adaptar al cine la historia de Caperucita Roja en "Red Riding Hood", una versión adolescente y sobrenatural del popular cuento infantil.
Sin olvidar elementos clave como la abuela, el leñador o el abrigo rojo, Hardwicke elevó el lobo a la categoría de licántropo y convirtió su amenaza en un asunto de vida o muerte para una pequeña aldea situada en medio de un siniestro bosque.
"Es una gran responsabilidad", comentó Hardwicke, de 55 años, sobre su intento por reformular el conocido relato que se estrenará en EU el próximo viernes.
"Me gusta ese lado oscuro que tienen las historias de cuento de las que uno se percata cuando es adulto", explicó la cineasta, quien encontró en "Red Riding Hood" la libertad creativa que le faltó en "Twilight" (2008).
"Pude hacer un mundo propio basado en una historia que apenas da detalles concretos sobre los personajes. En Twilight había unas novelas y además tenía que hacer creíble que un vampiro estuviera viviendo como un chico normal", comentó.
Para "Red Riding Hood", Hardwicke se sirvió de su bagaje como estudiante de Arte en una escuela mexicana y su conocimiento de pintores españoles para dar forma al fuerte contraste de colores presente en el largometraje.
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