Para ser grande en el medio de la farándula hay que ser sencillos es lo que dicen las verdaderas estrellas de la televisión.
Pero esta recomendación no la han escuchado algunos famosos que frente a las cámaras están con una gran sonrisa pero detrás de ellas muestran a su verdadero yo. Algunos hasta déspotas y groseros se han portado con la prensa y sus propios fanáticos.
A Ludwika Paleta la han calificado de déspota y en varias ocasiones hasta de grosera con tal de evitar que le hagan preguntas que no le convenga. La misma actitud tiene Mónika Sánchez a quien sólo cuando le interesa está con una gran sonrisa.
Los galanes no se quedan atrás y un claro ejemplo es Eduardo Yáñez el cual es uno de los actores más cotizados del momento es admirado por miles de mujeres ocupa los primeros lugares de los hombres más sexies pero con todo eso no se le quita el terrible carácter que tiene es un hombre grosero que hasta se podía calificar de amargado.
A Sergio Sendel hay que tratarlo con cuidado porque es muy explosivo y cuando está fuera de cámaras siempre anda de mal humor. Por el mismo camino va Aarón Díaz quien además de sólo darle entrevista a las revistas o programas de televisión que no sean mexicanos hasta se ha portado muy mal con sus propias fanáticas.
Paulina Rubio sólo sonríe con las personas que ella considera bonitas y hasta imita el acento español con tal de sentirse muy glamorosa. Karla Álvarez cuando está de buen humor sus fans y la prensa tiene el privilegio de ver una sonrisa en su cara.
Desde el día que le dieron su primera oportunidad a Sara Maldonado y piso un foro de televisión su actitud cambió por completo. Para ella todo es aburrido la gente es fastidiosa y la prensa no la deja de acosar. La misma actitud tiene Bárbara Morí que también cuando le conviene se porta agradable.
Qué decir de Camila Sodi una telenovela fue suficiente para que perdiera por completo el piso hasta el grado de no dar entrevistas a nadie mucho menos ahora que le dio un hijo a Diego Luna que por cierto es igual que su mujercita.
Gael García Bernal no le dirige ni la mirada al periodista que se le ocurra preguntarle algo que no tenga nada que ver con cine. Stephanie Salas dice estar harta del acoso de la prensa porque sólo le preguntan de su hija Michelle pero ¿de qué otra cosa podría hablar? El que no se queda atrás es Eduardo Capetillo a pesar de estar siempre dispuesto para una entrevista o un autógrafo el cantante eternamente está de mal humor y peor cuando alguien se dirige con su esposa Bibi Gaytán.
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