La carga tributaria impuesta al diésel y gasolinas impedirá que los precios se reduzcan como el consumidor espera luego de la liberación de 2018, alertaron expertos en temas energéticos.
“Este año el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) pasó de ser un porcentaje sobre el precio de la gasolina, a una cuota fija. El problema es que para no distorsionar el mercado, el IEPS tendría que ser más bajo” explicó al diario El Financiero Miguel Labardini, de la consultora Marcos y Asociados.
Debido a esto, “aunque consigas gasolina a buen precio, éste se va muy arriba por el IEPS, entonces el único que puede vender gasolina es Pemex”.
Actualmente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público impone precios máximos y mínimos a los combustibles, pero a partir del 2018 serán las leyes de la oferta y demanda las que determinen el valor de gasolina y diésel. Además, Hacienda impone el IEPS, que llega a representar el 35% del precio en el caso del diésel y 20 por ciento en el caso de la gasolina premium.
Este impuesto “es una fuente de ingresos importante para el gobierno, cuando cae el precio del petróleo el gobierno se compensa con el IEPS, eso no permite que los precios de la gasolina bajen. No puede de un día para otro prescindir del IEPS, ese impuesto es un obstáculo para la liberalización del mercado”, lamentó Labardini.
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