Shivani es una niña de apenas un año tres meses que debe pasar nueve horas diarias a temperaturas arriba de los 40 grados y atada a una piedra mientras espera que sus padres vuelvan a trabajar.
Sus progenitores, residentes de Ahmedabad, India, trabajan realizando excavaciones para cables de electricidad por menos de cuatro dólares al día, por lo que les es imposible contratar una niñera.
La empresa de construcción no proporciona a sus empleados servicios de guardería. Y, de acuerdo con fuentes de Reuters, en la India hay alrededor de 40 millones de trabajadores de la construcción y al menos 1 de cada 5 son mujeres, la mayoría de las cuales son migrantes.
Derivado de ello, los niños quedan desatendidos mientras los padres cavan huecos, construyen carreteras o edificios de lujo.
En el caso de Kalara, de 23 años y madre de la pequeña, asegura que no tiene otra opción y que lo hace por seguridad de su hija.
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