SEGUN EL CALENDARIO MAYA 2012.
Apolinario Chile Pixtun está cansado de que lo bombardeen con preguntas acerca del 21 de diciembre de 2012, cuando supuestamente "se acaba" el calendario maya. Después de todo, no será el fin del mundo. ¿O sí?
Para nada, dice el anciano indígena maya. "Estuve en Inglaterra el año pasado y me tenían aburrido con esta historia", relató.
Seguramente las cosas van a empeorar. El mes que viene se estrena la película de Hollywood "2012", en la que hay terremotos, lluvias de meteoros y un tsunami que hace caer un avión en la Casa Blanca.
En la Universidad de Cornell, Ann Martin, quien maneja el portal "¿Curioso? Pregúntele a un astrónomo", dice que mucha gente está asustada.
"Lamentabalemente estamos recibiendo correos electrónicos de chicos de cuarto grado que dicen que son demasiado jóvenes para morir", comentó Martin. "Una mujer decía que sufría pensando que no vería crecer a sus dos hijos".
Chile Pixtun, quien es guatemalteco, dice que las teorías del Día del Juicio Final surgieron en Occidente y que los mayas jamás hablaron del tema.
En esa fecha concluye un período importante para los mayas y algunas personas comprobaron que en 2012 habrá una serie de alineaciones astronómicas infrecuentes, incluida una que ocurre cada 25.800 años.
Sin embargo, la mayoría de los arqueólogos, astrónomos y mayas coinciden en que lo único que sucederá es una lluvia de teorías filosóficas de la Nueva Era, astronomía pop y rumores apocalípticos en la internet.
También habrá programas de televisión especiales, como uno de History Channel que mezcla "predicciones" de Nostradamus y de los mayas y hace la siguiente pregunta: "¿Es 2012 el año en que el reloj cósmico finalmente llega a la hora cero, con cero esperanza y cero días por delante?".
Es todo bastante parecido a otros pronósticos agoreros de los últimos tiempos, como la Convergencia Armónica de 1987, el Efecto Júpiter y el "Planeta X", pero esta vez el argumento tiene un cierto sustento arqueológico.
Como el Monumento Seis.
Se trata de una tablilla de piedra hallada en una ruina perdida del sur de México que casi no sobrevive, pues el sitio había sido pavimentado y partes de la tablilla habían sido robadas.
Lo notable de la tablilla es que aparece el año equivalente a 2012. La inscripción describe algo que supuestamente va a ocurrir ese año que involucra a Bolon Yokte, un misterioso dios maya asociado con la guerra y la creación.
En un giro típico de una película de Indiana Jones, sin embargo, la erosión y una fisura en un extremo de la piedra hacen que el pasaje resulte casi ilegible.
El arqueólogo Guillermo Bernal, de la Universidad Nacional Autónoma de México, cree que lo que dice allí es que "bajará del cielo".
¿Espeluznante? Tal vez, pero Bernal hace notar que hay otras inscripciones mayas donde aparecen fechas posteriores a 2012, incluida una que alude a lo que sería el año 4772.
Además, los mayas de la reseca península del Yucatán tienen cosas más importantes en qué pensar que en 2012.
"Si fuese a una comunidad maya y le preguntase a la gente qué pasará en 2012, nadie tendría ni la menor idea", dijo José Huchim, arqueólogo maya del Yucatán. "¿Qué el mundo se va a acabar? No me creerían. Hay preocupaciones más reales, como la lluvia".
La civilización maya, que alcanzó su período de mayor esplendor entre 300 d.C y 900 d.C., tenían muchos conocimientos astronómicos.
Su calendario empieza en 3.114 a.C y divide el tiempo en períodos denominados baktuns. El 13 era un número importante, sagrado para los mayas, y el 13er Baktún culmina alrededor del 21 de diciembre de 2012.
"Es un aniversario especial de la creación", explicó David Stuart, especialista en epigrafías mayas de la Universidad de Texas en Austin. "Los mayas nunca hablaron del fin del mundo, nunca dijeron que sucedería algo malo. Solo aludían a este futuro aniversario del Monumento Seis".
Bernal afirma que el Apocalipsis es un concepto "muy occidental y cristiano".
"Tal vez nuestros propios sistemas mitológicos están muy cansados y buscamos una cultura exótica, brillante, para albergarlos", acotó.
Si todo fuese mitología, se podría descartar, pero algunos dicen que los mayas conocían otro secreto: que el eje terrestre se balancea, cambiando ligeramente la alineación de las estrellas todos los años.
Una vez cada 25.800 años, el Sol se alinea en el centro de la Vía Láctea durante el solsticio de invierno, cuando el Sol alcanza su punto más bajo en el horizonte.
Eso sucederá el 21 de diciembre de 2012, cuando dará la impresión de que el Sol asoma en el mismo sitio donde se pone el centro brillante de la galaxia.
¿Otra coincidencia llamativa?
"Mi pregunta es: ¿Con eso qué?", expresó Phil Plait, astrónomo que produce el blog "Mala Astronomía". Asegura que esa alineación no se producirá necesariamente en 2012 y que las estrellas distantes no ejercerán fuerza alguna que pueda afectar la Tierra.
"Están haciendo lo imposible por encontrar algún elemento astronómico que encaje en 2012", sostuvo Plait.
El escritor John Major Jenkins dice que estudió durante dos décadas las mayas ruinas y que comprobó que los mayas estaban al tanto de esa alineación y la consideraban muy importante.
"Si queremos honrar y respetar lo que pensaban los mayas sobre esto, tendríamos que decir que consideraban 2012 como cualquier fin de un ciclo, un momento de transformación y renovación", manifestó Jenkins.
A medida que se popularizaba la internet, también se popularizó la noción de fecha fatídica, y algunos comenzaron a pronosticar para 2012 tragedias que los mayas jamás vislumbraron.
El escritor Lawrence Joseph dice que unas tormentas explosivas en la superficie del Sol que ocurren cada 11 años podrían cortar el suministro eléctrico de Estados Unidos durante varios años y desatar escasez de alimentos y de agua, así como un verdadero derrumbe de la civilización, pero agrega que las tormentas de 2012 podrían ser insignificantes.
Joseph advierte que no se debe "usar 2012 como excusa para manejarse irresponsablemente. No hay que desbocarse con las tarjetas de crédito", recomienda, dando a entender que no va a suceder nada.
Un programa del History Channel llamado "Descifrando el pasado: Apocalipsis de 2012, el fin de nuestros días" plantea que una alineación galáctica o disturbios magnéticos podrían desatar un "cambio en los polos" de la Tierra.
"El manto terrestre se modificaría en cuestión de días, si no horas, cambiando la posición de los polos norte y sur y causando un desastre mundial", dice el narrador. "Habría terremotos en todos los continentes, tsunamis enormes que inundarían las ciudades costeras. Sería la peor de las catástrofes planetarias".
La idea aparentemente se origina en los pensamientos de un francés del siglo XIX: Charles Etienne Brasseur de Bourbourg, un sacerdote que se dedicó a la arqueología y quien habría hallado estas profecías en textos mayas y aztecas antiguos. Su tesis nunca fue tomada muy en serio.
Los científicos dicen que, a lo sumo, los polos pueden cambiar ligeramente de posición a lo largo de millones de años y que no hay indicio alguno de que ese proceso vaya a comenzar en 2012.
Seguramente las cosas van a empeorar. El mes que viene se estrena la película de Hollywood "2012", en la que hay terremotos, lluvias de meteoros y un tsunami que hace caer un avión en la Casa Blanca.
En la Universidad de Cornell, Ann Martin, quien maneja el portal "¿Curioso? Pregúntele a un astrónomo", dice que mucha gente está asustada.
"Lamentabalemente estamos recibiendo correos electrónicos de chicos de cuarto grado que dicen que son demasiado jóvenes para morir", comentó Martin. "Una mujer decía que sufría pensando que no vería crecer a sus dos hijos".
Chile Pixtun, quien es guatemalteco, dice que las teorías del Día del Juicio Final surgieron en Occidente y que los mayas jamás hablaron del tema.
En esa fecha concluye un período importante para los mayas y algunas personas comprobaron que en 2012 habrá una serie de alineaciones astronómicas infrecuentes, incluida una que ocurre cada 25.800 años.
Sin embargo, la mayoría de los arqueólogos, astrónomos y mayas coinciden en que lo único que sucederá es una lluvia de teorías filosóficas de la Nueva Era, astronomía pop y rumores apocalípticos en la internet.
También habrá programas de televisión especiales, como uno de History Channel que mezcla "predicciones" de Nostradamus y de los mayas y hace la siguiente pregunta: "¿Es 2012 el año en que el reloj cósmico finalmente llega a la hora cero, con cero esperanza y cero días por delante?".
Es todo bastante parecido a otros pronósticos agoreros de los últimos tiempos, como la Convergencia Armónica de 1987, el Efecto Júpiter y el "Planeta X", pero esta vez el argumento tiene un cierto sustento arqueológico.
Como el Monumento Seis.
Se trata de una tablilla de piedra hallada en una ruina perdida del sur de México que casi no sobrevive, pues el sitio había sido pavimentado y partes de la tablilla habían sido robadas.
Lo notable de la tablilla es que aparece el año equivalente a 2012. La inscripción describe algo que supuestamente va a ocurrir ese año que involucra a Bolon Yokte, un misterioso dios maya asociado con la guerra y la creación.
En un giro típico de una película de Indiana Jones, sin embargo, la erosión y una fisura en un extremo de la piedra hacen que el pasaje resulte casi ilegible.
El arqueólogo Guillermo Bernal, de la Universidad Nacional Autónoma de México, cree que lo que dice allí es que "bajará del cielo".
¿Espeluznante? Tal vez, pero Bernal hace notar que hay otras inscripciones mayas donde aparecen fechas posteriores a 2012, incluida una que alude a lo que sería el año 4772.
Además, los mayas de la reseca península del Yucatán tienen cosas más importantes en qué pensar que en 2012.
"Si fuese a una comunidad maya y le preguntase a la gente qué pasará en 2012, nadie tendría ni la menor idea", dijo José Huchim, arqueólogo maya del Yucatán. "¿Qué el mundo se va a acabar? No me creerían. Hay preocupaciones más reales, como la lluvia".
La civilización maya, que alcanzó su período de mayor esplendor entre 300 d.C y 900 d.C., tenían muchos conocimientos astronómicos.
Su calendario empieza en 3.114 a.C y divide el tiempo en períodos denominados baktuns. El 13 era un número importante, sagrado para los mayas, y el 13er Baktún culmina alrededor del 21 de diciembre de 2012.
"Es un aniversario especial de la creación", explicó David Stuart, especialista en epigrafías mayas de la Universidad de Texas en Austin. "Los mayas nunca hablaron del fin del mundo, nunca dijeron que sucedería algo malo. Solo aludían a este futuro aniversario del Monumento Seis".
Bernal afirma que el Apocalipsis es un concepto "muy occidental y cristiano".
"Tal vez nuestros propios sistemas mitológicos están muy cansados y buscamos una cultura exótica, brillante, para albergarlos", acotó.
Si todo fuese mitología, se podría descartar, pero algunos dicen que los mayas conocían otro secreto: que el eje terrestre se balancea, cambiando ligeramente la alineación de las estrellas todos los años.
Una vez cada 25.800 años, el Sol se alinea en el centro de la Vía Láctea durante el solsticio de invierno, cuando el Sol alcanza su punto más bajo en el horizonte.
Eso sucederá el 21 de diciembre de 2012, cuando dará la impresión de que el Sol asoma en el mismo sitio donde se pone el centro brillante de la galaxia.
¿Otra coincidencia llamativa?
"Mi pregunta es: ¿Con eso qué?", expresó Phil Plait, astrónomo que produce el blog "Mala Astronomía". Asegura que esa alineación no se producirá necesariamente en 2012 y que las estrellas distantes no ejercerán fuerza alguna que pueda afectar la Tierra.
"Están haciendo lo imposible por encontrar algún elemento astronómico que encaje en 2012", sostuvo Plait.
El escritor John Major Jenkins dice que estudió durante dos décadas las mayas ruinas y que comprobó que los mayas estaban al tanto de esa alineación y la consideraban muy importante.
"Si queremos honrar y respetar lo que pensaban los mayas sobre esto, tendríamos que decir que consideraban 2012 como cualquier fin de un ciclo, un momento de transformación y renovación", manifestó Jenkins.
A medida que se popularizaba la internet, también se popularizó la noción de fecha fatídica, y algunos comenzaron a pronosticar para 2012 tragedias que los mayas jamás vislumbraron.
El escritor Lawrence Joseph dice que unas tormentas explosivas en la superficie del Sol que ocurren cada 11 años podrían cortar el suministro eléctrico de Estados Unidos durante varios años y desatar escasez de alimentos y de agua, así como un verdadero derrumbe de la civilización, pero agrega que las tormentas de 2012 podrían ser insignificantes.
Joseph advierte que no se debe "usar 2012 como excusa para manejarse irresponsablemente. No hay que desbocarse con las tarjetas de crédito", recomienda, dando a entender que no va a suceder nada.
Un programa del History Channel llamado "Descifrando el pasado: Apocalipsis de 2012, el fin de nuestros días" plantea que una alineación galáctica o disturbios magnéticos podrían desatar un "cambio en los polos" de la Tierra.
"El manto terrestre se modificaría en cuestión de días, si no horas, cambiando la posición de los polos norte y sur y causando un desastre mundial", dice el narrador. "Habría terremotos en todos los continentes, tsunamis enormes que inundarían las ciudades costeras. Sería la peor de las catástrofes planetarias".
La idea aparentemente se origina en los pensamientos de un francés del siglo XIX: Charles Etienne Brasseur de Bourbourg, un sacerdote que se dedicó a la arqueología y quien habría hallado estas profecías en textos mayas y aztecas antiguos. Su tesis nunca fue tomada muy en serio.
Los científicos dicen que, a lo sumo, los polos pueden cambiar ligeramente de posición a lo largo de millones de años y que no hay indicio alguno de que ese proceso vaya a comenzar en 2012.
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