Embarazo adolescente: cómo dar la cara y no morir en el intento
Los papás, por muy mal que reaccionen en un principio, son capaces de ayudarte en estos casos
El otro día fui a bailar con unas amigas que conocí el verano pasado y por recomendación de ellas (Claudia, la mayor del grupo) fuimos a un lugar muy cool. Recién llegadas y caminando entre un mar de personas, nos topamos con unos chicos. Uno de ellos era el chico con que Claudia tuvo algo así como un amor de verano. Frente a frente, se saludaron, sonrieron mutuamente y comenzaron a alejarse poco a poco del gentío, mientras otro de los chicos aprovechaba que mi mente divagaba por el universo para
invitarme a bailar. Esa noche no volví a ver a Claudia hasta que nos vinieron a buscar. Subiendo al auto pregunté dónde se había metido, pero se negó para no despertar sospechas de mi madre.
Al otro día confesó todo lo que había pasado en el auto del chico. Como aventura sonaba divertida, pero por falta de responsabilidad, la historia en este caso, tomaría un giro muy diferente.
Tiempo después, afuera de una consulta médica, lloraba desconsolada en mis brazos, diciendo que iba a ocultarlo porque si sus papás sabían, se disgustarían mucho con ella. Intenté decirle que debía contarles, ellos podían reaccionar muy mal pero son las únicas personas que pueden
ayudarte en estos casos. Fue un balde de agua fría, ella era su princesita y obviamente, se enojaron muchísimo.
Hoy Claudia tiene 7 meses de embarazo y aunque le ha costado el doble trabajo, no ha dejado sus estudios. De a poco sus papás aceptaron y ayudaron con su embarazo. Y bueno... seguro se preguntarán qué fue del chico (su ex de verano). Lamentablemente no están juntos, pero él y su familia prometieron ayudar en la crianza. Quizás no es un final feliz, pero tampoco es el fin del mundo, pero ¿no hubiera sido mejor que la aventura continuara siendo "aventura" hasta que ella lo decidiera? ¿Qué opinas?
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